Raramente una mujer que pase de los 50 años viene a apuntarse para empezar a bailar o a disfrutar moviendo su cuerpo, si no ha bailado o trabajado su cuerpo con anterioridad.
Las que ya tienen una experiencia previa con el trabajo corporal y se atreven a superar el miedo al ridículo, entre otras mil excusas limitantes, descubren que la danza oriental o de la polinesia, les abre un abanico de beneficios, tanto a nivel corporal, como anímico.
El cuerpo va recuperando su figura, los músculos del vientre, cintura y caderas se tonifican, además del suelo pélvico. La alegría, la autoestima y las ganas de vivir aumentan, y eres más feliz contigo misma y con tu entorno.
¿Pero a mi edad? Pues sí, si nutres tu cuerpo con alimentos saludables y lo tratas con amor y respeto…. ¿Por qué no cuidar también la salud de tus músculos, huesos y articulaciones, así como tu autoestima, mientras disfrutas del baile y de la música?
Tengo alumnas que me dicen que cuando les llegue la jubilación quieren seguir bailando y que como disfrutarán de más tiempo libre, vendrán a diario…… lo que depara el futuro no lo sé, pero lo que os aseguro es que estas mujeres que cuidan de su salud bailando, estarán sanas, flexibles y de buen humor cuando les llegue la jubilación.
Y si no lo crees, echa un vistazo a estos vídeos de mujeres que sobrepasan los 80 años y siguen bailando, estirando y viviendo la vida, llenas de alegría y buen humor y lo más importante, sin ningún problema de salud!!!
A los 80 años y bailando salsa con tacones, como si ná.
Quién dice que se pierde la elasticidad con la edad?
A los 91 años sin ningún problema de salud, realiza ejercicios de yoga a diario.