El ejercicio prenatal está recomendando cada vez más por sus beneficios durante el embarazo y el parto. La Danza Oriental es un ejercicio físico de bajo impacto altamente recomendable para la mujer embarazada ya que se trabaja en especial la musculatura y articulaciones que intervienen en el parto natural. Tu hijo también se beneficiará de esta danza con el balanceo de la pelvis y las suaves notas musicales.
Si antes del embarazo ya practicabas esta danza, te será más fácil seguir bailando y adaptarte a los cambios que irán surgiendo en tu cuerpo. Si no lo habías practicada antes te recomiendo que te incorpores a una clase específica para embarazadas. Si no es posible lo puedes hacer en una de iniciación, siempre informando al profesional que imparte la clase para que te avise de los pasos o ejercicios que no son recomendables que practiques.
Unión histórica entre danza Oriental y embarazo
En sus orígenes, esta danza era practicada como una danza ritual y sagrada con una fuerte conexión con el momento del parto. Durante los años 50 aún se encontraban, en algunas partes del oeste de Arabia Saudí y también en otros países árabes, que se bailaba alrededor de una mujer que iba a dar a luz, haciendo un círculo con las mujeres de la tribu. Este ritual era exclusivo para mujeres y no estaba permitido que los hombres lo miraran. El propósito era crear un ambiente hipnótico para la mujer que iba de parto, imitando los movimientos de pelvis y vientre con su propio cuerpo. Esto facilitaba enormemente el nacimiento y reducía el dolor de las contracciones del útero. Estos movimientos ayudan a la madre a moverse a favor en lugar de en contra de las contracciones.
En nuestra cultura está la idea de que los niños deben ser llevados al mundo con dolor. Lo que hace que cuando se acerca el nacimiento nuestro cuerpo y músculos se tensen por el miedo y la expectación. En lugar de relajarnos y dejar fluir a la naturaleza, ponemos obstáculos en nuestro camino.
Beneficios
Entre los beneficios que aporta esta danza a la mujer embarazada encontramos, a nivel físico:
- La postura y el dolor lumbar. Es sabido que con el crecimiento del bebé, comienza un desequilibrio postural, cambiando la línea de gravedad y los puntos de apoyo hacia la parte anterior del cuerpo, esto provoca una hiperlordosis (acentuación de la curvatura) en la zona lumbar que a menudo causa molestias o dolores en esta zona. Con la danza podemos ir corrigiendo la postura y reforzando hombros de espalda, glúteos y piernas, que ayudarán a minimizar los efectos de esta hiperlordosis y también a evitar caídas.
- Estreñimiento. Gracias a los movimientos de esta danza podemos disminuir los estreñimientos.
- Te ayudará a que el parto sea más natural, esto significa que será más rápido y con menos dolores porque tus músculos estarán mejor preparados.
- Prevención de dolores articulares. Las articulaciones pueden estar más flojas debido a los cambios hormonales que se producen en tu cuerpo. Practicar esta danza te ayudará a activar la movilización del líquido sinovial que se encuentra en las articulaciones, previniendo posibles dolores.
- Tu cuerpo estará más fuerte y energético.
- Mejora la elasticidad de tu cuerpo y también de la zona del suelo pélvico.
- Trabaja la coordinación y la disociación de los grupos musculares, esto te permite concentrarte en los hombros que trabajas y relajar el resto.
- Ten en cuenta que esta danza te aportará conciencia corporal, conectándote con la fuerza básica de la vida y su ritmo natural. Esto te reforzara para la más poderosa función natural que tiene nuestro cuerpo: dar vida.
Y entre los beneficios a nivel emocional:
- Te ayuda a reforzar el vínculo con tu hijo. Es una experiencia profunda que llena a la madre de alegría y que aporta paz al bebé. Muchas madres cuentan que después del parto cuando el bebé llora, ponen música y mecen a su hijo en brazos, esto hace que el bebé se calme y se relaje de inmediato.
- Te ayuda a sentirte activa, con confianza y seguridad.
- También potencia tu parte femenina ayudándote a confiar en la propia capacidad funcional de tu cuerpo.
- Al aumentar la autoestima y aceptar tu cuerpo, ayuda a equilibrar los cambios de humor.
- Es importante cuidar de nosotras mismas. Esto también implica tener un tiempo de dedicación hacia nosotras, un espacio para realizar lo que nos gusta.
- El poder compartir experiencias con otras madres o mujeres, enriquece como persona y como madre. Nos libera del estrés y la ansiedad que hayamos podido acumular durante todo el día. Esto te permitirá dormir más plácida y profundamente.
Quiero hacer danza Oriental y estoy embarazada. ¿Qué debo saber?
- Es imprescindible el visto bueno de tu ginecólogo para hacer danza o cualquier otro ejercicio físico.
- Hay factores de riesgo en los que debes consultar a tu médico antes de ponerte a bailar: si eres hipertensa, si tienes diabetes, en caso de embarazo múltiple, si tienes anemia, si padeces algún tipo de enfermedad cardiovascular o de los pulmones, si tienes hipertiroidismo, exceso o falta de peso, o si se presenta de culo en el tercer trimestre.
- Hay casos que tu médico te puede contraindicar completamente la práctica de la danza durante el embarazo: Riesgo de parto prematuro, Placenta previa (Es una condición donde la placenta se liga en la parte baja del cuello del útero y puede taparlo total o parcialmente), Pérdidas de sangre en el segundo o tercer trimestre, o en caso de Embarazo con hipertensión.
Una vez tengas el visto bueno de tu médico, busca el consejo de un buen profesional de la danza que te informe si te puedes añadir en las clases específicas de danza para embarazadas o en su defecto si te podrías incorporar en alguna otra de sus clases.
Es importante que le mantengas informado de cualquier situación, malestar o molestia que pueda surgir durante la clase de danza, por absurda que te parezca.
Debes tener en cuenta que debes parar el ejercicio inmediatamente: Si te sientes muy cansada, si tu corazón late demasiado rápido, si tienes sensación de mareo, si te cuesta respirar, si sientes dolor en la espalda o pelvis, si tienes contracciones uterinas, si tienes pérdidas de sangre, en caso de calambres abdominales, en caso de pérdidas repentinas de líquido.
¿Cuáles son los movimientos más adecuados?
Partiendo de la base que todos los movimientos de esta danza se pueden hacer con suavidad, lo más importante será que escuches tu cuerpo y que dejes fluir tu sabiduría innata. Cuando en las clases no específicas hay una embarazada entre las alumnas, siempre tengo presente de avisarla cuando practicamos pasos que ella debe hacer más suavemente o que debería modificarlos porque no son lo más adecuados para ella, pero curiosamente repetidas veces veo como la sabiduría innata del cuerpo la lleva a practicar el paso de la manera más adecuada en su estado, anticipándose incluso a mis comentarios.
Es cierto sin embargo, que hay movimientos específicos en esta danza que ayudan enormemente a la mujer embarazada y que actualmente también son enseñados por algunas matronas en las preparaciones en parte por ser altamente beneficiosos. Son movimientos muy ligados al origen de esta danza antes de recibir influencias de otras danzas más modernas, y nos ayudan a soltar la pelvis y relajar la zona lumbar que se encuentra más cargada debido al peso.
También hay pasos más adecuados para el momento del parto a practicar con mucha suavidad durante el embarazo, pero que en el momento de dar a luz pueden ser de gran ayuda para facilitar la bajada del bebé por el canal del parto.
Los músculos que son especialmente tonificados con los movimientos de esta danza y que aportan un especial beneficio a la mujer embarazada son:
- Músculos de la pared abdominal, útiles en la expulsión durante el parto.
- Glúteos, que ayudan al fortalecimiento de los músculos del sacro evitando lumbalgias.
- Cuádriceps y músculos de las piernas. Fortaleciendo estos músculos prevendremos problemas circulatorios (varices, trombosis, edemas).
- Músculos del suelo pélvico. Músculos directamente relacionados con el proceso de nacimiento.
- Músculos vaginales. Ayudan a la expulsión durante el parto ya fortalecer el apoyo de la vejiga y útero.
Si la madre quiere hacer ejercicio pero está limitada por la talla o por músculos débiles, hay posibilidades de modificar la posición. Muchos movimientos se pueden hacer asentada, estirada, de lado o de pie para sacar la tensión de la parte del cuerpo más débil.
Primer trimestre: La embarazada debería poder hacer todos los movimientos a no ser que su médico le haya prohibido.
Segundo trimestre: Aquí se empieza a ganar volumen y peso y la movilidad empieza a verse modificada. Se deberá poner especial atención a la postura.
Tercer trimestre: El peso y el volumen limitarán la capacidad de hacer los movimientos, con respecto al segundo trimestre. El cuerpo en este trimestre se empieza a preparar para el parto y las articulaciones están más flojas, esto quiere decir que se puede crear un falso sentido de flexibilidad. El profesional deberá vigilar los estiramientos y los movimientos que se hacen en la clase, las articulaciones más flojas no significa más fuertes y una hiperextensión podría causar una lesión. Es muy importante que la embarazada escuche en especial su cuerpo durante toda la clase.
¿ Qué se debe evitar?
• Estar de pie sin moverse durante largos períodos. Esto puede provocar mareo, bajadas de tensión y que las extremidades inferiores se hinchen.
• La posición supina, «estirada boca arriba», a partir del primer trimestre. Esto puede hacer bajar el nivel de sangre que fluye hacia el útero y contribuir al mareo y a la hipotensión.
• La hipertermia: Para evitarla tendremos en cuenta la hidratación y la ventilación de la sala.
La hidratación:
La hidratación es un apartado importante durante toda nuestra vida pero que se incrementa durante el embarazo. Sabemos que el sudor es una forma que tiene nuestro cuerpo de refrescarse, pero debes recordar que tu bebé no tiene esta opción, así que será necesario beber líquidos antes durante y después de la clase de danza. De todas formas no debes forzar ni obsesionarse a beber si tu cuerpo no te lo pide, pero sí es importante atender todos los avisos que te envíe tu cuerpo: boca o lengua seca, calores, sudor abundante, mareo … Sabe que una deshidratación puede causar contracciones prematuras. Aunque toda mujer embarazada debe evitar sofocos, si sufres un sobrepeso importante deberás poner especial atención.
La ventilación:
También es importante el lugar donde practiques la danza. Evita lugares mal ventilados, calurosos o caldeados porque aparte de hacerte sudar más también te cansarás antes. El lugar donde bailes debe ser fresco y sin aglomeraciones, y lo más importante es que tu entorno te permita bailar a gusto. Ten en cuenta que durante el embarazo tu sensibilidad aumenta así que es posible que sientas más los olores, los cambios de temperatura, los ruidos, … incluso cuando los demás les sea difícil percibirlo.
I …. después del parto? ….
La Danza Oriental después del parto es altamente recomendable una vez ya has pasado la cuarentena (aunque la recuperación también dependerá mucho del parto, he tenido alumnos con partos naturales que antes de terminar la cuarentena ya estaban bailando en la clase! «Por supuesto, con la aprobación previa del ginecólogo «). La danza te ayudará: A tonificar los músculos, A devolver a tu peso más rápidamente y Aumentará tu nivel de energía y también tu autoestima.
Eva Bellver’07